La diputada nacional por la Coalición Cívica – ARI y referente nacional de Cambiemos, Elisa Carrió, arribó durante la tarde del jueves 25 de abril a Alta Gracia para promover la candidatura a gobernador de Mario Negri. En medio de una semana plagada de polémicas, vinculó a nuestra ciudad con las redes de narcotráfico provincial.
Carrió venía de expresar el martes una desafortunada frase sobre la muerte del ex gobernador José Manuel De La Sota en Cruz del Eje, que fue repudiada a lo largo y a lo ancho del país y que le valió la declaración de «persona no grata» por parte del bloque de Unión por Córdoba en el Concejo Deliberante de Alta Gracia. En ese marco, su llegada a la ciudad estuvo acompañada por efectivos policiales, que se apostaron sobre la Plaza Solares mientras duró la charla ante un centenar de vecinos.
En el ingreso al local, luciendo un llamativo saco negro y dorado, fue abordada por periodistas locales y provinciales, ante quienes manifestó con sorna: «Muchas veces me declararon persona no grata, ya hice lo que tenía que hacer, voy a hablar de narcotráfico, no voy a hablar más de las personas».
Dentro del local, estuvo secundada a la izquierda por el concejal radical y candidato a legislador departamental por Córdoba Cambia, Roberto Brunengo, y a la derecha por el titular departamental de la Coalición Cívica, Mariano Vera. En su intervención, dejó en claro que su propósito en la ciudad es «proponer la candidatura de Mario Negri» a gobernador, a quien calificó como «el único capaz de luchar contra el narcotráfico en la provincia de Córdoba», «contra los graves delitos que se silencian» y «contra la impunidad».
Al referirse puntualmente al negocio ilegal de drogas, apuntó que Cruz del Eje es la puerta de entrada a la provincia y que «Alta Gracia está totalmente vinculada al narcotráfico», aunque sin ofrecer detalles ni precisiones ni nombres. Esquivando cualquier tipo de cruce con referentes políticos opositores, señaló: «Nosotros debatimos con el narcotráfico, no debatimos con intendentes».
Finalmente, en tono místico y en clave de arenga, expresó: «¡No me va a cambiar la política ni me cambió, no me va a cambiar el periodismo ni me cambió, no me va a cambiar el establishment ni me cambió». Y casi como si fuera una actriz de stand up, jocosa y en complicidad con el público, concluyó: «Eso sí: los perdono a todos, de corazón. Pero no voy a dejar de denunciarlos».
