Por Agus Moreno. Este año nos distrajeron con guasones mesiánicos, irlandeses octogenarios y otros más… Sin embargo, la peli del año es de dos personas navegando esto que es la vida y más particularmente: Un divorcio.
«Historia de un matrimonio» de Noah Baumbach nos relata el divorcio de una pareja, protagonizada por Adam Driver y Scarlett Johansson, quienes deben atravesar emocional y burocráticamente su separación y comenzar una nueva vida.
La película arranca con una declaración de intenciones muy clara: dos listas que sus protagonistas leen, una enumerancion de las cualidades positivas del otro, un ejercicio que realizan con su consejero matrimonial.
Acá nos muestran un montaje preciso y artificial donde nos explican en pocos minutos de qué va la película: los símbolos, y cómo depositamos el «amor» en otro sujeto que construimos nosotros mismos, a través de características que creemos que lo construye.
La puesta en escena teatral a través de todo el film nos ayuda a asimilar este concepto, simbólicamente poco sutil pero muy fuerte, para que quede claro y genere un impacto, porque en teatro no existe la mano de un editor para exponer planos ultradetallistas para mostrarnos lo que quiere que veamos. Todo tiene que ser en el momento, a través de lo que los actores dicen y hacen, nada más. Por eso la secuencia inicial y sus formas no se vuelve a repetir, nos cortan en seco para arrancar un ritmo totalmente diferente que va a seguir hasta el final.
Desde ese concepto inicial el director plantea una escena y deja que los actores la desarrollen dándoles más libertad, produciéndose planos más largos dónde la tensión dialéctica va en escalada.
Porque en «Historia de un matrimonio» hay tensión, y se nota mucho. Tensión entre dos personas que deciden separarse luego de diez años y con un hijo en el medio, y junto a eso plantearse las decisiones que han tomado en la vida.
Se desarrolla una deconstrucción del matrimonio en general como símbolo de unión entre dos personas y , como dijimos antes, uno al enamorarse «crea» un sujeto que se sobre-imprime en el ser amado, bañado en conceptos y características totalmente personales de cada uno.
Al dejar a los actores desarrollar las escenas sin más obstáculos que ellos mismos, le permite a ambos y a un par de secundarios dar rienda suelta a la interpretación pura de sus personajes, donde se deja ver el lado humano de cada uno y como a veces como en la vida real podemos llegar a decirle las cosas más horribles a las personas que amamos. En la vida no hay una mano invisible que ponga stop y repita la escena, las cosas van fluyendo y en algún momento hay que hacerse cargo de eso.
En las películas en general siempre hay alguien que quiere explicarnos algo a nosotros como espectador, contando alguna anécdota o chiste que sirva de analogía para que entendamos la situación; nos dan un pequeño rompecabezas que siempre se resuelve solo para que podamos sentirnos bien por haber entendido la situación. Entonces nos sentimos «conectados» con lo que estamos viendo porque participamos, aunque sea artificialmente.
Pero en la vida real la gente no habla así. Nos decimos cosas y listo. A veces no hay tiempo porque hay que pagarle al abogado por el suyo.
Acá no hay spoilers, la película de niega a darnos esperanzas de que todo se vaya a resolver, por eso no nos muestran su vida antes del divorcio, esto va a pasar de una forma o de otra.Así también se niega a tomar posición por uno o el otro, acá no hay buenos y malos solo dos personas que quieren resolverse.
En realidad miento; acá si alguien quiere ocupar el puesto de «malo» son los abogados y el sistema judicial burocrático que los apaña, en este punto no hay matices, las intenciones están muy claras.
Un punto más a recalcar es la execelente performance de ambos protoganistas. Los dos tienen sus momentos de destaque, quizás aquí salga mejor parado Adam Driver, quien literalmente «se come» la pantalla en tres escenas muy particulares demostrando una intensidad poco antes vista: únicas y emocionantes.
Una película que quizás dependa mucho del punto de vista de quién la observé, pero hasta ahí es coherente y orgánica , porque no todos vamos a «llenarla» con lo mismo.
Se va a quedar cargada con lo que sea que le pongamos adentro en ese momento.
Nombre original: «A marriage story»
Año: 2019
Director: Noah Baumbach
Reparto: Scarlett Johansson, Adam Driver, Laura Dern, Ray Liotta
Duración: 2h 17min
Plataforma: Netflix