Las musas inspiradoras: ¿Es necesario esperarlas? por Germán Masgoret

0

En esta edición de su columna literaria para Diariotortuga.com, el escritor Germán Masgoret reflexiona sobre el acto creativo, la inspiración ¿Es algo que llega? ¿Es algo que hay que esperar o buscar? Te invitamos a pensarlo.

Me permito este espacio para reflexionar acerca de un tema que a veces nos puede llegar a costar gran parte de la vida entender cómo funciona la práctica, la puesta en movimiento de un artista. Sin querer me salió una columna de autoayuda. En fin, ahí va.

Hemos naturalizado que la espera es un acto pasivo, sin acción; y es justamente ahí donde radica la gran trampa. Porque en la quietud, es menos probable que aparezca el elemento que necesitamos o que ayude para activar un mundo de creatividad magistral.

Y no me refiero con esto a la calma, al silencio o a la meditación, sino más bien, a ese extraño hábito que tenemos por sentado, de la espera eterna y del que “todo fluya” para que algo pase.

No entra en debate para nada, lo muy beneficiosa que es aquella filosofía/hábito que nos permite bajar un cambio en la vida moderna, pero para el acto creativo, en lo literario estrictamente, es más nocivo que productivo.

Si esperamos eternamente, entonces, ¿dónde entra aquella cosa? Esa misteriosa fuerza mental transformada en fuerza motriz, en praxis. En hecho. En cosa concreta.

Nos remontamos en la historia, y a toda extraña fuerza, podríamos catalogarla directamente a lo que se conoce, en el común, como la musa “La musa inspiradora” que en la mitología griega según los escritores de aquella época eran divinidades que inspiraban en el arte y cada una estaba relacionada con alguna rama específica del arte, del conocimiento y hasta tenían sus propios nombres.

Según algunas fuentes consultadas, como para estar en el contexto simplemente, “las musas son divinidades (no más poderosas que un dios) encargadas de representar distintas artes e inspirar a los filósofos, poetas, astrónomos y astrólogos a mejorar en sus actividades. En la antigua Grecia, las musas fueron de vital importancia en el desarrollo artístico y científico de la época. También se dice que estas acompañaban a los reyes para inspirarlos a elaborar emotivos discursos e influenciarlos a tener una buena actitud y a su vez tomar buenas decisiones frente a su gobierno”.

Según este pensamiento, (sabiendo siempre que lo estamos tomando de la cultura europea) convivir con la musa, era algo comparable con tener una relación con las divinidades en las que resaltaba su belleza; de ahí, las bellas artes, y que estás, entonces, bajaban a la tierra y nos arrojaban al oído algún consejo o idea inspiradora.

Por decenas, y cientos, y miles de años los hombres y mujeres siempre han estado a la espera de esa divinidad que baje a la tierra y les hablé al oído, al corazón de su ser sensible. ¿Será entonces que estamos a la espera de una esas musas para poder llevar a cabo el acto de crear?

Desde la antigüedad, el encuentro de la musa con él o la artista, es tomado como una relación, entonces, debería ser algo perdurable; no la inspiración en sí misma, sino la relación que uno tiene con aquellas bellas artes; es decir, que no basta dejarlas guardadas y esperar hasta que “pase algo”. Por eso, ¿No será que, en la cotidianeidad de la praxis, del hacer, vamos encontrando la inspiración que nos retroalimenta?

Ciertamente, en el campo de la escritura, vamos a encontrarnos con diversas posturas de todo lo referido a la inspiración del ser. Entonces queda en uno decidir, como escritor, si esperamos el momento específico-perfecto-justo-divino, en el que al fin podamos sentir que en nuestro interior hay algo que nos dice que hay que comenzar a escribir. O estar en acción y saber que en cualquier circunstancia, pero con más probabilidad mientras producimos, que puede aparecer una nueva idea, que debía engendrarse mientras hacíamos, y no mientras esperábamos sentados.

La espera eterna que busca lo perfecto es una trampa. Porque por más que yo espere y espere hasta encontrar que el día adecuado, poco podré avanzar; siempre habrá una excusa para dejar para después

Para no caer en un dualismo de Musa si, Musa no; convengamos que existe quizás de base, una musa o divinidad que baja a la tierra directo a nuestra mente, o una información del Cosmos que percibimos, sintonizamos y tratamos de replicar mediante la expresión creativa.

Y si, puede venir de muchos lados esa inspiración; la obtenemos al ver una película o una serie, al escuchar una canción al alzar, o al salir a correr, para airearse, al hablar con una persona, al asistir a una clase magistral en la facultad o en una conversación tomando unos mates. Por supuesto que sí; todo lo que nos rodea en el mundo es una fuente, diría, inagotable de incentivos, detonantes, inspiraciones para que nosotros podamos agarrar elementos y crear. Pero hay que hacerlo y ahí entra el dilema; que siempre se diluye en cientos de excusas para decir NO.

Por eso es importante la disciplina del escritor y el conseguir un método adaptado a nuestras realidades; que nos permita hacer definitivamente algo concreto sin esperar un momento exacto y divino.

El acto de escribir, de hacer, de producir (un texto en este caso) se basa en un ineludible esfuerzo. Si. Es un trabajo. Porque al hacer, se crea más. A veces si, viene regalado del cielo una idea, o eso creemos, quizás es fruto de todo un trabajo inconsciente que va madurando hasta aparecérsenos en la cabeza.

Y si, vamos a tener días, semanas, meses, sea por la circunstancia que sea, donde no vamos a producir y donde tampoco vamos a tener siempre ganas de hacer. Todos pasamos por entendibles bloqueos.  En eso no hay que renegar ni generar ningún tipo de culpa o lamentos. Somos personas, ¡y peor aún, artistas!

Así que termino esta columna e insisto, claramente desde una convicción subjetiva, que es imprescindible tener en cuenta que aquellas divinidades de las que hablaban los griegos no van a bajar, tan fácil, a la tierra sino se las llama en la praxis. Haga lo que se haga.

Imagen: Ilustración, las 9 musas griegas





DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí