En la sesión ordinaria del Concejo Deliberante del miércoles 11 de octubre, ingresó para su evaluación una nota presentada por vecinas y vecinos de calle Hermanos D’Ambra, entre Armenia y Los Cerrillos, de barrio El Cañito, que manifiesta preocupación por ruidos molestos y obstrucción de tránsito, entre otras problemáticas de convivencia, derivadas del uso de los asadores ubicados a la vera del arroyo en dicho sector.
La nota había sido acercada una semana atrás por las vecinas denunciantes y, conforme a las formalidades, se incorporó al orden del día esta semana y a continuación quedará bajo evaluación de los ediles.
«El reclamo es por el incumplimiento de cosas que el municipio debería tener en cuenta: ruidos molestos, la convivencia, molestias al vecino», sintetizó Verónica Izaguirre, una de las vecinas, entrevistada por la Radio Tortuga 92.9.
A continuación, detalló que «el problema mayor es que si bien los asadores están esparcidos en toda la orilla del arroyo, hay zonas muy puntuales en las que están alejadas de las casas habitadas; pero entre Armenia y Los Cerrillos, están apiñadas 14 parrillas».
Adujo que se trata de un sector muy chico en el que se concentra mucha gente; llegando a reunir medio centenar de personas simultáneamente. «Con la música a todo lo que da», completó Izaguirre, quien subrayó que «los vecinos no podemos tener la ventana abierta y que los vidrios zumban con el volumen de los parlantes».
Gladys Pacci, otra de las vecinas, también consultada por Tortuga, explicó que lo que busca este grupo de vecinas y vecinos es que «haya redistribución de las parrillas, porque hay lugar para hacerlo, para evitar el amontonamiento de vehículos, que se suben también a las veredas y no permiten la circulación».
Asimismo, demandan carteles restrictivos de horarios y «música cero, como ha pasado en Cuesta Blanca».
La nota menciona expresamente que «este espacio verde se transformó en un baño público, ya que sin ningún tipo de respeto defecan y orinan en los alrededores, dejando cantidad de basura que trae alimañas».
Izaguirre y Pacci enfatizaron en que este problema viene desde el año pasado, cuando se inauguraron los nuevos asadores a lo largo de la costanera del arroyo Chicamtoltina y que desde el verano vienen los reclamos: que no sólo se han direccionado a diversas dependencias del municipio, sino que en persona se les han planteado también al intendente.
«Las opciones que nos ofrecen son las que le dan a la mayoría de los contribuyentes. Que se habló con el abogado y que supuestamente hablaron con vecinos y que están conformes con la situación. Nosotras pedimos la lista de los vecinos que dicen estar conformes. Nosotras juntamos firmas con estos reclamos. Dijeron que iban a poner postes para que los autos no bajaran y no lo hicieron, y que iban a poner carteles y no los pusieron», concluyó Pacci.
La nota deberá ser evaluada por el cuerpo colegiado, para analizar probables llamados a funcionarios del Ejecutivo para tomar cartas en el asunto o plantear alguna norma legislativa que pueda poner pautas de convivencias para el sector.