15 meses después de su sanción, se reglamentó la Ley de Cannabis y Cáñamo Industrial

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La norma (Ley 27.669), aprobada en mayo de 2022, apunta a la producción industrial de la planta. El decreto 405/2023, por su parte, establece su marco regulatorio. Consultada por la Radio Tortuga 92.9, la abogada y consultora cannábica feminista Nadia Podsiadlo destacó el avance en la legalización de la marihuana que implica esta reglamentación.

La reglamentación aprobada establece el funcionamiento de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), del Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal y del Consejo Consultivo Honorario, integrado por 20 miembros titulares e igual número de suplentes, de actuación ad honorem.

«Esta reglamentación pone operativos algunos de los artículos de la Ley», explicó sintéticamente Podsiadlo, quien aclaró que en nuestro país, «como pasamos de un prohibicionismo absoluto a un régimen de autorización, se va haciendo a cuentagotas».

Concretamente, la reglamentación «establece un régimen de autorizaciones y licencias para que las personas, empresas u organismos puedan desarrollar toda su actividad comercial, desde la semilla hasta la obtención de materias primas», resumió.

Asimismo, distinguió que lo referente al cannabis medicinal se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Salud de la Nación, mientras que «el desarrollo industrial está bajo la órbita de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), organismo descentralizado del Ministerio de Economía«.

Subrayó que «la idea es generar divisas, puestos de trabajo y potenciar las economías regionales» y remarcó que la producción cannábica «no sólo va a generar trabajo, sino que desarrollará un circuito de producción en un mercado que venía de la ilegalidad«.

«Todo lo que ya se viene trabajando, va a tener que readecuarse para pasar por el régimen de ventanilla única y conseguir la licencia y la autorización», indicó en este sentido, aunque destacó que mucha gente, desde diferentes lugares viene trabajando hace tiempo en el tema y tiene conocimiento acabado y está habituada a investigar las formas de producir.

«Los países que ya tienen regulado el uso medicinal, recreativo, industrial del cannabis, ya pasaron por estos procesos. No queremos repetir errores o desaciertos de otros países, que tuvieron algún tipo de incidencia negativa», expresó, por eso «la reglamentación se hace a cuentagotas».

Finalmente, respecto a lo burocrático del tema, detalló que cada autorización debe pasar por el Ministerio de Seguridad, la Anmat, el Inti, el Inta, el Conicet, el Inase, el Inaes, el Senasa, para controlar y fiscalizar. Empero, subrayó que es necesario para destrabar las autorizaciones legales.

«Es una demanda que se venía dando de manera clandestina. Mucha gente quedaba a merced de la ilegalidad. El Estado tenía que reconocer esta demanda y no podía negar esta realidad«, concluyó Podsiadlo, quien particularmente hizo hincapié en la importancia de combatir la desinformación para derribar mitos, porque «hay personas que vienen hace años trabajando en el tema» y pueden brindar conocimientos precisos.

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