Visitas a cementerios: el valor cultural de la muerte

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Las visitas a los lugares del eterno descanso son históricos atractivos turísticos. Ya no sólo los visitantes buscan las tumbas de personajes, sino que son atractivos por la simbología, la arquitectura, y por qué no, un poco de morbo. En Alta Gracia, el cementerio local tiene 100 años y es escenario de imponentes estructuras e historias.

Antes del cierre lectivo 2013 de la Escuela Superior de Turismo, José Fernando Ferrari de Alta Gracia, la ex alumna y actual profesional Eva Coffaro, presentó una investigación exploratoria sobre “Turismo Necrológico en la ciudad” como trabajo final para la carrera que dicta la institución.

El trabajo pretende reconocer “el valor cultural de la muerte” y en la investigación Coffaro entrevistó a diferentes personas de diversos ámbitos para trabajar este tema, poner en valor el centenario cementerio Municipal de Alta Gracia y abrir la cancha a otras posibilidades turísticas en la ciudad.

“Es un tema poco explorado en nuestra historia. Sólo habíamos llegado a conocer acerca de los enterramientos en la Estancia Jesuítica y en la pintura de Andrés Piñero (que se exhibe en el Museo de la Estancia en la sala 5). Hay algo interesante en los viajeros del mundo y tiene que ver con el tema de la muerte, más precisamente los cementerios. Muchos turistas conocen nuevos destinos y allí realizan excursiones, recorridos guiados y le agregan una visita al cementerio de cada punto elegido aunque prefieran no contarlo a sus amigos luego del retorno a casa. Es decir que existe público con interés particular en estos espacios”, detalló la guía con respecto a su investigación.

RITUALES

Gran parte del trabajo presentado está relacionado con la tradición oral, compartiendo anécdotas, historias y curiosidades sobre el ritual de la muerte en Alta Gracia: desde tipo de velorios, mitos, primeras florerías y casas velatorias pioneras en la actividad.

Sobre la mirada de la muerte hoy, Coffaro deduce que “se practican rituales que tienen su origen en el período colonial y con estos conviven los modernos. Es de destacar la cada vez más extensa brecha que se da entre la vida y la muerte, cuando en realidad se dan en simultáneo. Nos alejamos de nuestros muertos, y hasta lo hacemos con vergüenza y cierto pudor. Sin dudas que aún no se ha perdido completamente el culto a los muertos, y hasta se dan situaciones especiales casi no imaginadas”.

Finalmente la investigación se explaya sobre los tres cementerios existentes desde el período de la Estancia hasta la actualidad, con respecto a la etapa pre-colombina no hay ningún documento o trabajo arqueológico que muestre enterramientos en nuestra ciudad.

TRES CEMENTERIOS

El primer Cementerio se encuentra en relación a la Estancia Jesuítica. Estaba ubicado al costado de la Iglesia (actualmente se conservan restos y algunas inscripciones a modo de placa bien al costado del muro izquierdo del templo). Sobre este espacio, Coffaro brinda un capítulo entero de su trabajo y lo define bajo el título “El hito”.

El segundo estuvo ubicado en la actual esquina de calle 3 de febrero y Liniers, en parte de lo que sería el terreno del Colegio Comandante Espora. Según la investigadora, sobre este enterramiento se conoce a través de la famosa pintura de Andrés Piñero antes mencionada y en algunos documentos que habla del año del traslado de este al cementerio al actual.

Por último, en su trabajo, le da un importante lugar al cementerio actual, aludiendo que no sólo es interesante por los personajes que allí se encuentran, sino por las tumbas particulares, los monumentos y la gente que allí trabaja.

Su imponente entrada que se enclava sobre la ruta C45 camino al Cruce del Alto Fierro encierra tras sus puertas las historias, leyendas urbanas y mitos que circulan alrededor del lugar, muchas de ellas conocidas y respetadas por los habitantes de la ciudad, los cuidadores del lugar y los vecinos de barrio Parque San Juan y el Crucero.

Si bien este tipo de paseo no está explotado desde el punto de vista turístico como por ejemplo, en el cementerio conocidos cementerios de Buenos Aires, los invitamos a animarse a hacer un recorrido distinto, dejando los prejuicios de lado y teniendo una mirada renovada de estos espacios de encuentros. Recomendamos detenerse en cada sitio, leer las descripciones y observar los detalles que hacen al entorno como: placas, homenajes, altares, flores, frases.

Puede ser un plan interesante, atractivo e incluso inolvidable para este verano.

Foto: Eva Coffaro.

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