Este miércoles 30 de octubre despertó preocupación la noticia de que entre los inmuebles protegidos por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), que el gobierno de Javier Milei pretende poner a la venta, se encuentran los afectados en Malagueño al sitio de Memoria conocido como «La Perla Chica», que en la última dictadura funcionó como centro clandestino de detención, en el marco del mapa regional del terrorismo de Estado.
Una nota del periodista Adrián Camerano para Tiempo Argentino repasa que la noticia corrió como reguero de pólvora entre sectores sociales y de Derechos Humanos de Córdoba.
Detalla la citada nota que el decreto 950/24, firmado por el jefe de gabinete Guillermo Francos y el propio Milei, faculta a la Agencia de Administración de Bienes del Estado a “disponer, enajenar y/o transferir los inmuebles del ESTADO NACIONAL” que se detallan en un anexo, que incluye inmuebles en 18 provincias argentinas y que en Córdoba apunta a un inmueble céntrico y una lonja de tierra de 585 mil metros cuadrados situada en el ejido de Malagueño, parte del Gran Córdoba.
Precisamente, dicha porción de terreno está en uso, desde hace décadas; ya que además de La Perla Chica, se ubica allí el Mercado Cooperativo San Miguel, la Sociedad Rural y un puñado de viviendas familiares, algunas de ellas pertenecientes al Ejército argentino.
Recuerda Camerano que si bien existe un proyecto para traspasar La Perla a la órbita provincial, este inmueble no está incluido en la iniciativa, que por otro lado viene de naufragar en el Congreso nacional.
Advierte el periodista, que también trabaja en el Refugio Libertad, que en los papeles, el terreno en cuestión está protegido por la ley nacional de Sitios de Memoria; pero que la Dirección Nacional de Sitios de Memoria está acéfala desde diciembre y en el sector de Derechos Humanos tienen claro que la defensa de lo conseguido no tendrá como principal actor, precisamente, al Estado.
Cabe recordar que La Perla Chica funcionó como centro clandestino de detención entre 1976 y 1979. Se la conocía en ese momento como «Perla Vieja», «Malagueño» o «Escuelita». Junto a La Perla, formó parte de la red represiva que ejecutó en Córdoba el plan sistemático de exterminio, que dependía del Tercer Cuerpo del Ejército, autoridad máxima en la región que ejercía el control sobre diez provincias, bajo la responsabilidad de Luciano Benjamín Menéndez.
Dicha señalización fue organizada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, junto al Gobierno de Córdoba, la Municipalidad de Malagueño y el Archivo y la Comisión Provincial de la Memoria de Córdoba.
Fotos: Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y Comisión Provincial de la Memoria
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