Mariano Wettstein: de Argüello a Los Aromos, con canciones en continuo descubrimiento

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Mariano Wettstein es un guitarrista y cantante cordobés de 36 años, que vivió su niñez y adolescencia en Argüello y desde hace poco más de un lustro, está afincado en Villa Los Aromos. Entrevistado por el programa #TTT “Tarde para Tirar la Toalla” de la Radio Tortuga 92.9, relató que, tras su debut solista en 2015 con el disco “Viaje de ida”, de 2019 a esta parte viene lanzando singles con una impronta atravesada por el Río Anisacate.

En Argüello, además de su casa familiar, también tiene montado un estudio de grabación, por lo que vuelve regularmente. “Escuchando música se pasa rápido”, afirma al consultársele sobre el periplo entre Los Aromos y Argüello. “Siempre me gustó la música, y sobre todo la guitarra”, afirma, aludiendo a sus primeros intereses en este arte. No tiene identificado algún episodio iniciático, aunque imagina que pudo ser de la mano de su hermano mayor Sebastián, con algún “proyecto futuro de banda que no se concretó”.

Se autodefine como un artista en una búsqueda constante. Su trayectoria da cuenta de ello, al haber formado parte de formaciones musicales de diversos estilos. Incluso su disco “Viaje de ida”, que recoge relecturas de composiciones adolescentes, conjuga en un sonido rock pop, aires de jazz, reggae y canción. “Voy mutando con los estados de ánimo; eso te va abriendo muchas puertas y yo no termino cansándome de los estilos”, explica.

Un disco de los Guns N’ Roses, no recuerda si el primero o el segundo del dueto “Use your Illusion”, fue el que despertó fuertemente su interés por la música. “Ahí empecé a pedir la guitarra, hasta que la pude tener a los 14, cuando me la regalaron mis viejos”, recuerda. Sus primeros estudios fueron particulares, atravesados por su inquietud autodidacta; y su formación continuó en La Colmena de la capital cordobesa.

Primera parte de la entrevista a Mariano Wettstein

RADIO TORTUGA (RT): ¿Por qué la inquietud de hacer un disco de rock solista: “Viaje de ida”?

MARIANO WETTSTEIN (MW): Había probado mucho tiempo con bandas y con diferentes estilos. Y me sentí más cómodo en ese formato a la hora de tomar decisiones. Sobre todo porque eran mis canciones. Necesitaba hacer algo más personal y quería ponerme esa camiseta de llevar la batuta y elegir los ingredientes. Lo hice en mi estudio, mi hermano Germán fue quien mezcló el disco. La búsqueda era sentirme libre en las decisiones. Obviamente, llamé músicos para que intervengan y graben, y cada uno fue metiendo su impronta.

RT: El Instituto Nacional de la Música (INAMU) eligió a “Viaje de ida” para el premio de fomento para la fabricación física del CD, que es tan costosa, lo que implica que hay una valoración de la calidad de la producción…

MW: Me lo tomé en serio como todo lo que agarro con la música. El trabajo que hay detrás de la música independiente es impresionante. El solo hecho de llenar formularios es un trabajo super arduo; no es sentarse a tocar la guitarra y nada más. Es comprometerse con el proyecto y tirar contactos. Salió lo del INAMU, tenemos los discos, hay que salir a repartirlos por los medios. No sos solo músico, sos todo. Si no te lo tomás en serio, es difícil continuar porque es mucho trabajo. Cuando se van dando los resultados y te reconocen el laburo, te reconforta.

Mariano Wettstein afirma que siempre está atento a todas las oportunidades que se le presentan para perfeccionarse y que después del fomento del INAMU, incluso colaboró llenando formularios para amigas y amigos. “De repente no sos solo músico; sos fotógrafo, diseñador de flyers, agente de prensa. Sos un montón de cosas”, refiere.

RT: La Argentina tiene un centralismo muy importante y en particular en el de la música, Buenos Aires es la meca y hay movimiento en ciudades como Córdoba, Rosario y Mendoza. ¿Por qué tomás la decisión de irte de Argüello a Villa Los Aromos, sabiendo esto?

MW: Fue por un vínculo con la naturaleza. Fue probar y ver que está muy bueno. Se dio la oportunidad, probamos, ya conocíamos. Cuando llegamos, descubrimos que hay una comunidad musical muy grande. Convivo por acá con profes míos de La Colmena, músicos y músicas que me he cruzado tocando en Córdoba, en algún festival. Hay una búsqueda de alejarse, tener una introspección, generar contenido, músicas, canciones. A mí me sirvió para involucrarme de otra manera con las letras, con lo que escribía. De repente me encontré escribiendo al río que nos transita acá. Fue un cambio muy grande. La búsqueda inicial fue salir para ver qué pasa.

RT: ¿Qué te permitió “Viaje de ida”?

MW: La aceptación de un primer disco es tranqui, pero me sirvió para encontrarme… Con los años siento que entendí la realidad de Córdoba para los músicos independientes. Pude ver qué tan redituable es tocar en Córdoba para los músicos. Musicalmente, me dio un panorama de para dónde quiero que vayan mis canciones. Probé el disco de rock y lo pude hacer. Y al tener los discos, eso fue mi currículum. A quien me encontraba le decía, ‘esto soy yo’. Le hice un arte de tapa y un packaging importante.

Mariano Wettstein arribó por Villa Los Aromos mientras se hallaba trabajando en la producción de “Viaje de Ida”. “Ayudó a bajar las ansiedades, hacer un disco es muy estresante porque lo querés mostrar lo antes posible”, rememora.

RT: Entre el año pasado y éste, estás entrando en una nueva modalidad que es largar singles. ¿Por necesidad o por inquietud estética?

MW: Va en el mismo sentido de elegir diferentes estilos. Ya probé sacar un disco, me dije a ver qué onda con estos de los singles, sacar canciones individuales. Es un proceso más largo porque cada vez que sacás una canción, decís, bueno, ésta es la canción. En el disco hay dos o tres canciones que pensás que van a pegar más. Con los singles pasa que es la canción que pensás, que te tiene que representar en ese momento. Fui probando y me gustó.

“Cuando el río pasa”, “Zambita de mi barrio” y la reciente “Desarmar” son las tres canciones que de 2019 a esta parte, Wettstein ha lanzado como singles de distribución virtual; incluso con video clips. En ellos, un sincretismo entre la canción de autor y diversos aires folklóricos, permiten advertir un cambio en la sonoridad que venía transitando el artista. “Lo que sucedió en el tiempo es que venirme para acá (Los Aromos) me reencontró con la guitarra criolla y de repente solté un poquito la eléctrica. Quise probar otras tímbricas y cómo mi voz se encontraba con esos instrumentos. El proceso fue explorar el instrumento acústico y las cuerdas de nylon. Justamente, porque la etapa de composición empezó a ser en el río, al aire libre y no en un estudio y con un amplificador. En su momento iba fluyendo, pero pensándolo, me doy cuenta de que las canciones salían en el río o en el pasto, de una forma más cotidiana.

Wettstein es también docente, por lo que este año de aislamiento y distanciamiento consecuencia de la pandemia del Coronavirus, le afectó sus labores de manera relativa. “No me quiero imaginar lo que significó para el resto de las músicas y los músicos”, empatiza. Wettstein lamenta no haber podido continuar con shows en bares, pero rescata que consiguió trabajos de productor para diversos artistas, grabando guitarras, voces, coros y programando baterías.

RT: ¿Cómo estás proyectando lo que viene?

MW: Anhelo que se puedan tocar las canciones en vivo. Espero para antes de que finalice enero, poder sacar mi siguiente canción. Estamos trabajando con unos productores de Córdoba, dos músicos de “La Madre del Borrego”, Ignacio “Nachito” Serfaty y Facundo Herrera. La expectativa es poder seguir sacando canciones y teniendo inspiración. Y para el resto de las músicas y músicos, que se pueda entender esta profesión y respetar como merece.

Segunda parte de la entrevista a Mariano Wettstein

FOTO: FACEBOOK MARIANO WETTSTEIN

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