Por Clarisa Villares
Secretaria General del MOVI (Movimiento para la Transformación social)
El Encuentro de Colectividades fue una fiesta popular de nuestra ciudad que intentaba mostrar las distintas colectividades de inmigrantes que al llegar a nuestro país y a nuestra ciudad, conformarían el famoso «crisol de razas» que le dio a nuestro terruño una impronta tan particular.
Orgullosos de ser latinoamericanos, pero nostálgicos de las raíces de nuestros abuelos que dejaron llorando su tierra natal huyendo del hambre o la guerra, o simplemente buscando un futuro mejor.
Muchos nos emocionamos junto a ellos escuchando su música, sus historias…de chicos aprendimos a bailar sus bailes típicos, en academias o en casa y conocimos sus trajes típicos. Colectividades era una fiesta popular, era el encuentro de los vecinos de Alta Gracia con las raíces de sus abuelos y la posibilidad de conocer las costumbres de otros países. Pero Colectividades empezó a transformarse en un mega negocio super deficitario, en el que el centro dejó de ser el intercambio de costumbres y tradiciones.
La entrada al predio cada vez más costosa dejó afuera la participación de muchas familias, que se limitan a llegarse afuera del predio a ver los fuegos artificiales. Una fiesta en donde muchos vecinos no pueden entrar, pero terminan después pagando con sus impuestos las deudas generadas por los grandes cachés de los artistas, pero sobre todo por manejo de dinero poco transparente.
Que lejos quedó aquella fiesta popular en la que veíamos a nuestros vecinos desfilar con sus trajes, tocando la gaita o haciendo la paella… hoy con precios excluyentes, espacios vip, y un presidente de colectividades que vergonzosamente no puede distinguir entre trajes típicos, aquellos de nuestros abuelos y disfraces…
No puedo dejar de sentir que es la fiesta que nos robaron…