Por Marcelo Riol – En Alta Gracia, una ciudad donde escasean los espacios para la música, el teatro o la danza y en general para todo lenguaje artístico en vivo, el rock tiene que remontar una cuesta más empinada. Con un trabajo que no tuvo baches desde su formación en 2015, Generación Ska, escala sin prisa y fuera de toda duda, sin pausa.
Cuando se encontraron en diciembre de aquel año, Fany Sánchez (cantante y compositora) ya tenía algunas canciones escritas. Junto a Nicolas Infante en guitarra, Gustavo Flaim en bateria y Fernando Agüero, (quien tres años más tarde sería reemplazado por el actual bajista, Damián Betancor), les dieron la forma.
Tras cinco meses de ensayos, atravesados por el caracter festivo del ska, la rabia del punk y un gesto fraterno de barrio, se subieron al escenario y ya no pararon. Aprovecharon cada oportunidad para tocar en vivo, sabiendo que el crecimiento llega a fuerza de gastar los borcegos en las tablas.
A poco de comenzar, además de tocar aquí en la ciudad y también en Córdoba, armaron giras que los llevaron por distintas provincias del país. En el norte, en Tucumán y Santiago del Estero, pudieron cautivar un público que los acompaña cada vez que se proponen salir a la ruta.
Entre 2017 y 2018, intercalaron sus shows con la grabación de «Se Armó El Quilombo», su primer trabajo discográfico. El disco, que fue una producción independiente, vió la luz en 2019. Allí registraron doce canciones potentes y fieles a las influencias que los alimenta.

El origen de un estilo
El ska nació en Jamaica en la década del 50 y es producto de la mixtura del rhythm & blues con el mento y calipso, ritmos propios del caribe. Tiene un enlace directo con el reggae y se popularizó una década más tarde en la isla. La migración jamaiquina a Inglaterra, en la década del 70, tiene un rol protagónico y decisivo en la música popular de aquellos años.
No solo para del ska, si no para todo el movimiento post punk, cuyas esquirlas creativas llegan hasta estos días. Es a partir de allí que el ska gana espacio internacional e irrumpe en nuestro país. Aquí desde la década del 80, de la mano de Fabulosos Cadillacs, Calzones Rotos o Alphonso S´Entrega, como las caras más visibles de este estilo, es el under el que lo mantiene vivo hasta hoy.
Generación Ska, se aleja de la rama más cercana al reggae para estrechar lazos con un sonido más crudo y decididamente punk, sin perder el contagioso espíritu de juerga, propio del estilo caribeño.
Incansables, en estos años han transitado no solo gran cantidad de escenarios, sino que participaron de festivales y concursos, donde llegaron a instancias importantes y que han pasado casi sin presencia en la prensa local.
La pandemia, no solo no los detuvo sino que de algún modo los impulsó, a través del streaming, a llegar a otras latitudes. Dieron conciertos para Venezuela, Colombia y México. Fueron parte de la cumbre Latinoamérica Resiste y de Ska Argentino, festival que reúne bandas de todo el país.
Incluso fue Generación Ska y su cantante, quienes organizaron hace poco días la última versión de este festival, que tuvo sede principal en la ciudad de Córdoba.
Sin descanso
Hace algunas semanas, el viernes 30 de septiembre, estrenaron el primero de tres videos que eligieron como cortes de difusión de lo que será su segundo álbum, «Ska Descontrolado», que prometen presentar completo en noviembre.
«Universo de cartón», la canción recientemente estrenada, es un homenaje a las personas que viven en la calle y en particular a José «Pepe» Der Ohanessian, querido personaje de nuestra ciudad que ya no está entre nosotros. En este último material se nota el crecimiento de la banda. Con una estética sonora más definida, el resultado es contundente.
Inquietos, aún sin estrenar «Ska Descontrolado», tienen avanzado el material que llevarán al estudio en marzo de 2023 para grabar su tercer trabajo discográfico. Con semejante recorrido es dificil encontrar en Alta Gracia una banda de rock (casi se podría decir de cualquier estilo), que pueda empatar su sólido crecimiento.
En esta ciudad que cobija poco a sus artistas, Generación Ska, remonta la cuesta a puro salto caribeño, a todo pogo punk.