Niños, niñas y adolescentes de todos los barrios de la ciudad participan del Proyecto de Diagnóstico Participativo para la elaboración de políticas públicas y proyectos socio-comunitarios que se lleva adelante desde el Consejo Municipal de la Niñez. Ya se realizaron 25 talleres por los que ya pasaron 650 jóvenes. Los espacios de recreación en la niñez y el abuso policial en los adolescentes son algunas de las mayores preocupaciones que señalan.
Luego de una primera etapa donde se relevó y entrevistó a unas 117 instituciones relacionadas directa o indirectamente con niñez, el Diagnóstico Participativo está concluyendo su segunda etapa, que pone eje en la voz de chicos y chicas.
¿Para qué sirve? El objetivo es poder elaborar políticas públicas diseñadas a partir de la inclusión de la visión de todos los sectores, tanto de la de instituciones u organizaciones del “mundo adulto” como la de los propios niños, niñas y adolescentes.
“No se puede hacer política pública desde un escritorio suponiendo qué es lo que la niñez y la adolescencia necesitan. Por eso es importante el diagnóstico participativo, porque corremos el riesgo de hacer proyectos ficticios que pueden omitir problemas, comprender situaciones equivocadamente e incluso inventar problemáticas, ofreciendo respuestas o soluciones innecesarias, escazas o incorrectas”, explica María Paula Ávila coordinadora junto a María Inés Chiotti del proyecto.
En red
Por la variedad y cantidad de actores involucrados, Alta Gracia no tiene demasiados precedentes en este tipo de diagnósticos. Primero se conformó un equipo de talleristas, convocando jóvenes de diferentes espacios de participación que se insertaron en un proceso de capacitación colectivo sobre educación popular y desarrollo socio-comunitario. Luego se sumaron como colaboradores estudiantes de la Cátedra Psicología Sanitaria de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, y de las Carreras de Profesorado en Educación Primaria y en Educación Inicial del Instituto Superior de Formación Docente de la Escuela Normal Superior de Alta Gracia.
En total, unas 60 personas trabajaron en 26 talleres que se llevaron a cabo mayormente en escuelas, pero también en instituciones religiosas, culturales, clubes y plazas públicas.
Más de seiscientos chicos de todos los barrios de la ciudad se expresaron realizando mapeos colectivos, debates, dibujos, consignas con ritmos de murga, recetas de cocina para ‘el barrio ideal’, rompecabezas temáticos, análisis de canciones y videos, elaboración de instrumentos musicales, afiches, producción de máscaras, competencias de postas de juegos, obras y elaboración de títeres, interpretación de imágenes, pintura sobre tela, naves espaciales, confección de barriletes, armado de banderines, dramatizaciones, creación de canciones de rap, disfraces y dinámicas de baile.
Qué dicen que dicen
Luciana Azcona tiene 18 años, es alumna de primer año del Profesorado de Educación Primaria y miembro del equipo de talleristas. A ella le tocó dar talleres en barrio La Perla y en dos coles del centro. “Trabajar con los más chicos fue una experiencia muy hermosa. Cuando uno se abre, ellos también lo hacen. Tienen mucho que decir y te enseñan montón de cosas”, explica Luciana.
Los espacios y momentos de recreación, la diversión, el deporte y contacto con la naturaleza son algunas de las preocupaciones más sobresalientes que expresaron los más pequeños, quienes además de pedir plazas con juegos, también dejaron en claro que les encanta “la play”. El ambiente también los sensibiliza: “Si las cosas siguen así, seremos todos feos y deformes en un futuro”, expresaron en un afiche consultados sobre la problemática.
Entre los adolescentes, uno de los temas recurrentes fue el del abuso policial en relación con el uso que hacen del espacio público. “Nos joden con la gorra, el arito o la remera de fútbol”, se preocupan los jóvenes sobre un tema que apareció en diversos grupos en distintos barrios de la ciudad.
Las temáticas abordadas incluyeron una gran variedad de ejes que surgieron de la interacción con los chicos: el acceso a la cultura; juego, deporte y recreación; ambiente; salud e higiene; abuso policial; género y sexualidad; familia; convivencia escolar; bullying; acceso a espacios públicos; consumo problemático de sustancias; amistad; trabajo; deserción escolar; vivienda y servicios públicos; entre otros.
La realización de un gran Foro Municipal previsto para mediados de noviembre marcará el cierre del Diagnóstico participativo y con las conclusiones definitivas el guante quedará en manos del “mundo adulto” para la elaboración de políticas públicas inclusivas. “Si bien el Estado es el último responsable, las instituciones y organizaciones comunitarias también son destinatarias de este trabajo que pueden utilizar para pensar sus proyectos sociocomunitarios incluyendo la visión de los chicos”, cerro Ávila.
Números:
24 talleristas
25 facilitadores
24 sistematizadores
14 talleres con niños y niñas
12 talleres con jóvenes
650 niños, niñas y jóvenes
El Diagnóstico Participativo es un proyecto del Consejo Municipal de la Niñez y Adolescencia. Cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Alta Gracia, el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Córdoba e Iniciativa Juntos por la Educación (Fundación Arcor y Fundación Holcim Argentina).
INFORME DE SEBASTIÁN GUALDA, PUBLICADO EN PAPEL TORTUGA #99