El encuentro «Territorialidades», impulsado por la Asamblea Paravachasca, tuvo su segunda edición el miércoles 2 de febrero. Hasta la Plaza de La Amistad en Villa La Bolsa llegaron no solo organizaciones ambientalistas de nuestro Valle, sino también de Córdoba, de Punilla y Sierras Chicas, entre otras.
diariotortuga.com recorrió el encuentro donde se realizó, entre otras actividades, un mapeo que ubica las distintas problemáticas y luchas ambientales en el territorio provincial. Además, se realizaron talleres que abordaron temas como el agua, desforestación, uso del suelo o el impacto que tendrá la autovía, tanto la que intenta atravesar Punilla – Sierras Chicas, como la alternativa a la ruta 5 en Paravachasca.
En ese recorrido, se entrevistó a Joaquín Deón, geógrafo, becario en el CONICET y miembro de la Coordinadora Ambiental y de Derechos Humanos de Sierras Chicas, quien afirmó: «Es la segunda vez que participamos de esta actividad porque es parte de construir las territorialidades. Porque es parte del ser y el hacer cotidiano con los espacios que habitamos y demostrar que hay otras maneras, de decidir pero también de dar cuenta de cómo estamos viviendo«.
Problemáticas ambientales y uso de la tierra
Deón tuvo fuertes intervenciones en los medios durante los incendios forestales que devastaron la provincia. Para el geógrafo, «hay que destacar que si hay una atención que se le presta a la temática de los incendios durante la última década, es la atención en que se queme más, cada vez más, todo lo que se pueda y eso nos lleva a pensar que la estrategia respecto de los incendios es no darle bolilla al tema y en realidad invito a toda la gente a que preste atención a qué ocurre después de cada incendio. Lo que termina sucediendo en muchos de esos espacios es que nacen nuevas estrategias del uso de la tierra y esas nuevas maneras del avance del capital y de la rentabilidad que se busca de la tierra, a partir del barrio cerrado, de subdivisiones en chacras, de la construcción de segundas, terceras residencias, es también lo que está motorizando una intensidad de los incendios que ya es abismal».
Los incendios forestales de 2020 y 2021, en los que se quemaron más de 500.000 hectáreas, marcan un récord absoluto respecto de los último 45 años, que es el lapso desde que se hacen mediciones sobre tema. En ese sentido Deón afirma que «hubo una contribución muy grande desde Córdoba a la emergencia climática y ambiental global. Tenemos cuencas que han quedado desnudas, y esas cuencas, cada vez que llueve, se transforman en torrentes enormes, no solo de agua sino de tierra, de troncos, de palos, de restos de construcciones antiguas, de construcciones nuevas y que no se controló debidamente el uso de la tierra. No se controló porque el fuego es la herramienta para cambiar el uso del suelo repentinamente».
Por último, el geógrafo aseguró «que están en juego las maneras de despojar, lisa y llanamente a las comunidades locales de lo que las hace comunes a la vida. Y no es más que otra cosas que cómo nos encontramos en los lugares. Si el monte se ha quemado, es difícil que nos podamos encontrar en monte; si los ríos crecen desmedidamente, es difícil que podamos disfrutarlos en un encuentro en el río. Pero no solo si eso está crecido o está incendiado, si la gente está dolida, hay broncas colectivas que tienen mucho para hablar y por eso el encontrarnos acá. Esas broncas están organizadas, desde hace mucho. En asambleas, organizaciones de base, cooperativas, en algunos casos en cooperativas de agua que están comprometidas con la comunidad local y que plantean concretamente que sí se puede decidir en los lugares en los que vivimos, sin entrar en la lógica de los partidos políticos».