La docente e historiadora local Susana Salas presentó este miércoles su primer libro «Alta Gracia, una mirada sobre cuatro siglos» en Casa de la Cultura. La actividad contó con un buen marco de público, ante el cual la escritora dio cuenta del contenido de su autoría. Previo a ello, Salas visitó los estudios de Radio Tortuga 102.7 y habló sobre los cuatrocientos años que recorre en su libro.
¿Qué libro es «Alta Gracia, una mirada sobre cuatro siglos»?
Es un libro que ya tiene unos cuantos años de preparación, donde el aporte de Luis Rosanova fue central porque la cuestión de investigación que él tiene en relación a la ciudad y alrededores es impresionante. Ningún libro es absolutamente objetivo, tenes datos históricos concretos pero uno le pone su postura, por eso se trata de una mirada. (…) Fueron dándose estas cuestiones de rescate de la memoria. Fundamentalmente buscar en la historia de Alta Gracia, momentos que no habían sido expuestos de manera sistemática.
Hay muchos libros que tienen historias de Alta Gracia, relatos, descripciones, personajes, pero de la década del 40 en el que Risuto hizo un libro que se llama Evocación del Alta Gracia, ese fue el último libro que hizo una cuestión sistemática de prehistoria de Alta Gracia hasta ese momento. Y después no hubo otro libro que diera cuenta de momentos de la historia de Alta Gracia, de personalidades y de procesos que llegaran hasta 1999, como llega este libro. Ahí tenemos un corte porque la historia se pone muy cercana. De todos modos es un punto de partido, está abierto para quienes puedan seguir contando la historia.
¿Cuál es la mirada de Susana Sala sobre estos cuatro siglos?
Inicialmente empiezo a contar, cuando abordo la prehistoria de Alta Gracia, con nuestros pueblos originarios, donde la mirada no está centrada en un encuentro de cultura sino que se parte de un genocidio. Sin duda, cuando tomamos la obra jesuítica hay que hablar de la impronta que le queda a la ciudad con esta orden o lo que pasó durante la colonia en Alta Gracia con algunos detalles que uno fue investigando en otra bibliografía que no conocíamos.
Por suerte en estos pliegues que se van armando cuando investigas, aparece mucha gente con un trabajo muy interesante, que investigaron muchísimo y siguen haciéndolo, son una cantera de información y vas descubriendo que hay otra historia. ¿Qué es lo que todos conocemos más sobre Alta Gracia? La prehistoria, la época jesuítica, cosas sueltas sobre Manuel de Falla, la presencia del Che Guevara en Alta Gracia, la conformación de Villa Carlos Pellegrini y la formación de algunos barrios.
Alta Gracia empieza como ciudad hospital y después tiene ese brillo de Villa Turística y hay una negación de que fue una ciudad hospital. Es una cosa muy cara a los vecinos de Alta Gracia que por ahí reniegan de esa historia. Fuimos una ciudad hospital y hay resabios de eso. La cercanía de esta villa turística que después recibe la posibilidad de convertirse en un lugar donde viven los operarios de la IKA Renaut. Antes, con la llegada del ferrocarril que cambia rotundamente el ritmo.
¿De qué manera surge la iniciativa?
Una primera semilla del libro fue una serie de suplementos que fueron apareciendo en el diario Sumario donde trabajé muchos años. Fue un inicio de lo que después se convierte en el libro, porque eran fasículos donde había muchas fotografías y muy brevemente contado en ese momento. Ya teníamos con Luis mucha historia conocida pero al ser un suplemento no se pudo dar más rienda. Después ya tomando como base toda esta información, surge la idea de recopilarla. Esto tiene un trabajo que empieza formalmente en 2011, desde cuando intentábamos publicarlo.
El libro tiene como destinatario el público en general, donde también las escuelas necesitaban un material. Nosotros tenemos por ordenanza, la asignatura Historia de Alta Gracia, que ya se está dando en las escuelas a través de distintas herramientas. La idea es hacer un aporte de investigación, de estudio, de lectura.
¿Cuál fue el hilo conductor de los cuatro siglos?
Hay una cuestión de ir viendo cuáles fueron los hitos que Alta Gracia fue teniendo y que la hicieron superarse en algunos momentos a si mismo, y en otros, volver atrás, en este vaivén que tiene la historia, esta cosa pendular. Fue dudar, interrogarnos y ver cómo nos interpelaban los hechos, por qué pasó esto y eso aparte queda abierto. Se trató de no creernos lo que nos contaron. Fue buscar esta posibilidad del derecho de conocer la historia de la ciudad en algunas miradas que no teníamos. Yo tampoco las tenía, ya que tenemos una mirada de los libros que leímos y las cosas que nos contaron. Yo estoy segura de que va a haber cuestionamientos de lectores y me parecen válidos y necesarios.