El Concejal Marcelo Jean, del bloque de Alta Gracia Crece, expusó ante el Concejo Deliberante las normas incumplidas por parte del boliche Güemes República durante un evento y solicitó que se apliquen las sanciones correspondientes. Por otro lado, el bloque de Hacemos por Córdoba defendió el accionar del personal municipal y aseguró que se tomarán acciones al respecto. El local bailable se enfrenta a la posibilidad de ser clausurado de manera temporaria o quizás definitiva.
Varios son los motivos que pusieron en la cuerda floja al boliche Güemes. El punto neurálgico de la discusión fue el evento “Pascual Fest” realizado entre la noche del sábado 8 de abril y la madrugada del domingo 9. Los días previos la organización del local había solicitado la habilitación de una carpa en el exterior para 4500 personas, solicitud que fue rechazada por el Legislativo.
Sin embargo, el concejal Jean mostró en la sesión del día miércoles diversos videos filmados por vecinos de la zona, donde podía verse la carpa exterior funcionando. “Miren cómo se nos burlan en la cara”, señaló el edil de la oposición mientras exhibía uno de los planos del lugar disponible en las redes sociales del boliche.
En el plano se podía ver la carpa y un escenario en el exterior. Así fue como se vendió publicitariamente la fiesta, que ya para el 20 de marzo contaba con la primera tanda de entradas agotadas.
Otro de los incumplimientos que señaló el Concejal tuvo que ver con los decibeles de la música. Los videos filmados a más de 200 metros de distancia, parecían señalar que se encontraban por fuera del límite establecido, algo qué, además, causó nuevamente el enojo de los vecinos del barrio Portales del Sol, quienes hace tiempo reclaman al Concejo por los ruidos y desmanes que se ocasionan los días que funciona el local.
Todos estos motivos le valieron a Jean para denunciar los movimientos “fraudulentos” del local con el único motivo de “llenarse los bolsillos de plata”, y cuestionar a los inspectores municipales por no haber accionado una clausura preventiva. El bloque de Hacemos por Córdoba, por el contrario, defendió al personal actuante la noche del evento.
Sin embargo, uno de los puntos más llamativos tiene que ver con los montos que señalan las multas establecidas por el Código de Espectáculos Públicos. Los precios que disponen van desde los 1500 a los 6000 pesos.
Si bien la multa aplicada por el Tribunal de Faltas fue la del Código de Ambiente, que ronda los 170 mil pesos, el hecho de gravedad estuvo en el accionar de los propietarios.
“Pagamos la multa y listo”
Las actas realizadas por los inspectores en la madrugada del domingo 9, exponen a las claras que la organización del boliche puso la cabeza en la guillotina por sí sola.
Esto señala el acta realizada por la Secretaría General de Ambiente:
“El día 9 de abril, los Inspectores (…) siendo la 1:15 de la madrugada, se hacen presentes en la discoteca Güemes República a los fines de constatar que se dé cumplimiento a la ordenanza 12.455 y a los controles habituales sonoros. Realizando una inspección ocular, en dicho recinto se observa que en el patio del lugar se encontraban parlantes, por lo que se procedió a informar al propietario sobre la prohibición de emisión de sonido al aire libre, los cuales ya habían sido decretados en la ordenanza antes mencionada. Los propietarios del recinto le comunican a los inspectores actuantes que de igual manera pondrían sonido al aire libre ya que ellos tenían todo organizado y harían caso omiso a lo solicitado, diciendo: ‘Total pagamos la multa y listo’.
Más allá de haberse burlado de las normas establecidas y desobedecido a los inspectores, lo que más llama la atención es algo que el concejal Marcelo Jean dejó deslizar en su alocución: ¿Por qué un boliche bailable se animaría con tanta confianza a desobedecer lo establecido y arriesgarse deliberadamente a una clausura?
La pregunta apunta a observar con lupa la relación entre el propietario del establecimiento y la política. Al parecer la discoteca parece haberse ganado la confianza de ignorar las normas vigentes y al menor costo posible.
La defensa del oficialismo
Quién tomó la palabra en el bloque de Hacemos por Córdoba fue el Concejal Ivan Poletta. El edil explicó que se había realizado una excepción para poner una carpa al aire libre para 500 personas, pero no para montar un escenario y poner sonido al aire libre. Además, defendió el accionar de los inspectores actuantes la noche del evento, argumentando que las actas se realizaron en tiempo y forma.
“No consideramos que haya sido correcto el accionar de esta gente, pero muchas de las cosas que se manifestaron son propias de una actividad a la noche sobre las que el Municipio no tiene la culpa”, manifestó Poletta.
El motivo se debe a que en el recinto legislativo se encontraba una vecina de Portales del Sol, que destacó que además del alto volumen del sonido, deben lidiar con las peleas de los jóvenes y “los destrozos que suelen realizar a la salida”. Además, destacó que la noche del evento se sucedieron varios arrebatos de celulares. La noticia de los robos se dio a conocer por distintos medios locales.
En medio de un griterío cruzado, el concejal Roberto Urreta se hizo escuchar con enfasis y solicitó que se evalúe si se retira la habilitación del establecimiento de manera temporaria, o de manera definitiva.
“Los excesos corren por parte del propietario. Voy a mocionar para agregar a la solicitud del concejal Marcelo Jean que, con toda la documentación actuante, con los secretarios y con la Asesoría Letrada, se evalúe si el establecimiento tiene que ser clausurado en forma definitiva o en forma transitoria por no cumplir con las normas vigentes”, sentenció Urreta.
Consultado por su postura durante la mañana del jueves por Radio Tortuga 92.9, Urreta parece haber bajado la espuma. “Lo que queremos es evaluar lo sucedido. Me parece que hay un hecho que es grave. Los empresarios de la noche que deben velar por los jóvenes, tienen que tener mucha responsabilidad. Una cosa es la multa y otra el desprecio por las normas a viva voz. Queremos tratar este tema, pero queremos que los jóvenes tengan los mejores lugares para ir a bailar en Alta Gracia, y que los empresarios de locales bailables inviertan en Alta Gracia”, expresó, dejando de lado la posibilidad inmediata de una clausura.