Valentina Garbarino. La Pandemia dejó en evidencia las desigualdades estructurales que tenemos como sociedad. Entre ellas, el acceso a una Educación de calidad. Es momento de pensar y debatir sobre esta nueva coyuntura, sobre lo que se viene, y sobre los desafíos que tenemos sobre la mesa.
En nuestro país las discusiones en torno al Sistema Educativo son históricas. Los debates en torno a cómo construir una educación para todxs es transversal a las organizaciones, a los gobiernos y a la sociedad civil.
Cuando comenzó la cuarentena preventiva, generalizada y obligatoria, estos debates se profundizaron y también, se generaron otros nuevos. La Escuela remota y sus formas de enseñanza pusieron en agenda y nos invitaron a reflexionar sobre la importancia de la Educación, la conectividad, el rol docente, el espacio físico. Y también, dejó en evidencia las desigualdades estructurales de nuestra sociedad.
Desde la Comisión de Educación de la Mesa de Trabajo por los DDHH de Córdoba vienen discutiendo y poniendo en agenda algunas cuestiones en torno al contexto que estamos atravesando. Es por eso que entreviste a Lucia Pilar Figueroa Sanchez, integrante de esta Comisión.
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¿Qué viene pensando y discutiendo la Comisión de Educación de la Mesa de Trabajo por los DDHH de Córdoba?
-«Hoy estamos atravesando un nuevo contexto, otra realidad, marcada por una pandemia mundial, en donde claramente nuestras metodologías y formas empiezan a cambiar y se abre una oportunidad de dar nuevos debates, repensar otros y la necesidad de seguir encontrando formas de diálogos colectivos. Me parece que eso es lo que venimos haciendo con la Comisión de Educación, trabajar en torno a lo que implica este nuevo contexto en términos educativos; desde la producción de documentos y posiciones que nos permitan profundizar. «
«Y a su vez, trabajando en el fortalecimiento de las organizaciones Estudiantiles, que es algo característico de la Mesa de DDHH: Pensar a los pibes y las pibas como sujetos protagónicos donde la centralidad está puesta en ellos y sus procesos. Hoy comenzaremos con un Ciclo de Diálogos del Movimiento Estudiantil, en donde invitaremos a distintos sujetos de la Educación, para animarnos a pensar la escuela que se viene, y en esa escuela que se viene que tenemos nosotros y nosotras para aportar. Entendiendo que debemos ser parte, que los debates deben ser diversos, plurales y que esta nueva normalidad debemos construirla entre todos y todas. El Movimiento Estudiantil, los Docentes, No docentes y el Estado nos tenemos poner a trabajar conjuntamente para dar debates históricos que quizás han sido postergados, y que hoy es el momento de empezar a darlos”.
¿Qué implica la Escuela desde casa?
-«Esta realidad de Educación en Emergencia, y el paso del espacio físico de la institución educativa a nuestras casas varía por niveles educativos, cada escuela y territorio. Es importante pensar si es posible hacer escuela en casa, yo creo que no, y creo que hoy existen dos grandes posiciones que se vienen debatiendo. Por un lado, algunos plantean que esta educación es la educación del futuro, que comienza un nuevo paradigma que va a demostrar que las escuelas están obsoletas. Y del otro lado, planteamos que este escenario, parecido al sálvese quien pueda, lleva a una pérdida de la dimensión pública y común de la escolarización, de lo que implica la escuela, donde algunos pueden acceder y otros no. Y ante esto la escuela en casa implica una escuela para pocxs. «
«Porque la escuela en casa es el reflejo de la sociedad al igual que la escuela como institución. Se visualizan mucho más las desigualdades estructurales. Vemos cómo la brecha digital aumenta la desigualdad, ya que nos referimos a condiciones materiales, sociales y culturales también psicológicas, a las cuales venimos sometiendonos como sociedad hace años. Pero si hoy se visualizan mucho más. Hoy estamos frente a un gran desafío donde debemos sostener espacios comunicativos, de diálogo, colectivos, separados y alejados del espacio áulico territorial de la escuela. Y la escuela a la cual nosotros aspiramos es una escuela en donde se colectiviza el conocimiento, donde se comparte con otros, donde el encuentro y el diálogo son fundamentales, donde se democratizan los espacios y se forme para construir sociedades más emancipadas . «
«Hoy la tecnología no puede garantizar eso.Y no sé si en algún momento lo va a hacer. Y más bien siento que fomenta la idea de la educación desde una lógica meritocrática, con un concepto comercial, individualizada con cada uno, si es que tiene la posibilidad de acceder desde su celular o computadora, ni hablar de lo dificultoso que resulta un acompañamiento pedagógico, tan importante en el acto de educar, para encontrar las respuestas de lo colectivo, para el compartir en las escuelas. Creo que a pesar de los grandes esfuerzos del Estado por llegar a todos y a todas, la escuela en casa no es algo a lo cual aspiramos, sino un momento de emergencia en la cual no todos pueden acceder al derecho a la educación. Me parece que eso es lo que implica la escuela en casa implica la individualización de la educación, implica el no poder garantizar efectivamente que los pibes y las pibas estén dentro del sistema educativo.»
¿Cuales crees que son los desafíos del Sistema Educativo hoy?
-«Me encantaría pensar que estamos en un contexto que nos permite avanzar hacia políticas y discusiones estructurales de las sociedades, pero creo que aún no hemos llegado a eso, sin embargo, si vemos en este contexto el desafío de empezar a profundizar algunas deudas pendientes de la comunidad educativa. Creo que hacer escuela no es proclamar una falsa e hipócrita igualdad de oportunidades, sino luchar por la igualdad de derechos para acceder a la educación. Por eso creo que el mayor desafío va a ser y está siendo, contener dentro del sistema educativo a quienes hoy no pueden acceder. Y ahí el Estado tiene que ocupar un rol central, que hoy lo está ocupando a nivel nacional y provincial. Tenemos que poder generar mecanismos que permitan transitar el regreso a esta «nueva normalidad», que en primer lugar deben contener a quienes hoy están fuera. «
«A nosotros nos cuesta mucho contener a los pibes, ahora y antes de la pandemia. Y ahí me parece que es importante pensar en qué condiciones estábamos antes de esta crisis, y que de eso se profundizó, para poder pensar la post pandemia y cuáles son los desafíos que nos trae. En eso de pensar como estábamos antes, veníamos de un estado en donde la educación fue brutalmente desfinanciada, en donde tuvimos que volver a salir a disputar el sentido de la educación pública y del Estado como garante de ese derecho. Y la pos pandemia precisamente va a ser seguir fortaleciendo la educación, pensándola como un derecho. En este debate, que necesariamente se va a abrir en la sociedad y dentro la comunidad educativa creo que se van a generar grandes tensiones. El desafío en esas tensiones va a ser fortalecer el Estado como garante del derecho a la Educación, y fortalecer el sentido de la Educación pública, gratuita, en donde los pibes y las pibas puedan acceder, en donde los docentes tengan salarios dignos y más herramientas, en donde se revalorice el rol que ocupan cada sujeto dentro de la comunidad educativa. «
«Otro desafíos que debemos enfrentar es permitirnos generar espacios de diálogo y de encuentro entre las organizaciones estudiantiles, los gremios docentes, los directivos y todo el conjunto de la comunidad educativa, con los ministerios de educación de las provincias y de la nación. Para empezar a profundizar y a revisar las legislaciones que ya existen, y caminar hacia el modelo de Educación que queremos: que es un modelo participativo, de democratización de las escuelas, de formación para la emancipación. «
«Tenemos que poder empezar a plasmar acuerdos conjuntos, y avanzar en políticas más concretas que garanticen efectivamente la contención de los pibes y las pibas dentro del sistema educativo y que al mismo tiempo revaloricen el importante rol que ocupan los docentes, tantas veces cuestionado. Y que a su vez nos permita profundizar. Me parece que nos debemos estas discusiones. Tenemos una apertura al diálogo de parte del Estado. Es momento para empezar a escribir, caminar y transitar este largo proceso que implica cuál es la educación que queremos construir, en función de acuerdos comunes, básicamente encontrar los puntos que nos unen. «
«Si hay algo que nos dimos cuenta es que es momento de empezar a revertir las grandes desigualdades que existen. Pensar el acceso a la tecnología como un derecho es otro de los grandes desafíos que tenemos, asique me parece que tenemos que estar dispuestos a debatir y sobre todo a poder construir un plan de acción que nos permita avanzar, atendiendo siempre a lo principal, que es contener dentro a quienes hoy están fuera del sistema educativo”.
