Santiago Vivacqua: «La película empieza a existir antes que nosotros lo sepamos»

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Fotografía Gentileza "Seremos Millones"

Por Marcelo Riol – En 2019, luego del golpe de Estado en Bolivia, Evo Morales logra salir con vida rumbo a México, para más tarde asilarse en nuestro país. Después de una larga campaña electoral, Luis Arce llega a la presidencia y el ex presidente regresa a su país, en una marcha histórica que comenzará en la ciudad fronteriza de Villazón.

Ese será el disparador para los realizadores, de “Seremos Millones”, el film que retrata aquella “Marcha de la Victoria”, pero que además recorre la historia de Bolivia y la del propio Evo Morales Ayma.

La película será estrenada en el trigésimo séptimo Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Antes de eso conversamos con Santiago Vivacqua, vecino de Villa Los Aromos, quien junto a Diego Briata dirigió este documental.

Marcelo Riol: ¿Cómo surge la idea de la película?

Santiago Vivacqua: La película empieza a existir antes que nosotros lo sepamos en realidad. A partir del golpe de Estado en Bolivia y más precisamente cuando Evo llega a la Argentina exiliado, muchos de nosotros que después participamos  de la película, nos fuimos vinculando con el entorno de Evo, dando una mano en diferentes aspectos, en nuestro caso desde la comunicación frente a la campaña electoral que llevaría a Luis Arce a la presidencia.

Con Evo en Argentina, se activa una red de personas que veníamos trabajando en comunicación política y empezamos a dar una mano con contenidos propios de la campaña pero además con material que denunciaba lo que estaba pasando. Eso nos dio la posibilidad de trabajar muy cerca de lo que estaba sucediendo.

Ese primer trabajo me permitió viajar a Bolivia y empezar a trabajar en la campaña a partir de febrero de 2020. Sucede la pandemia, la campaña se suspende, viajo un par de veces, finalmente Luis Arce gana la presidencia.

En paralelo Diego Briata, que también venía trabajando, me cuenta que Evo volvía a Bolivia en una gran caravana y me propone filmar esa marcha, que claramente iba a ser histórica. Me lo cuenta a mi, a Fernanda Ruíz, que es una de las productoras. Y aparece la posibilidad de que se sumen al equipo la productora María Eugenia Ferrer, más Diego Seppi y Manuel Fernández como directores de fotografía.

Todo ese grupo que ya venía trabajando, cuando nos esteramos que Evo volvía con la caravana, ahí empieza a tomar forma la idea de la película.

Cuando volvimos de la caravana y vimos el material que teníamos, nos dimos cuenta que era algo extraordinario, histórico, y empezamos a trabajar una película a partir de la caravana.

Sin embargo cuando empezamos a guionar y a armar la película, vemos que si bien la caravana había sido histórica, el material no terminaba de contar en toda su dimensión todo lo que había pasado.

Lo que había pasado iba mucho más allá del regreso de Evo y que se explicaba a partir de conocer lo que había sucedido en la historia política del país en los últimos cuarenta años.

La película termina siendo un relato que sintetiza el movimiento político que gobierna Bolivia los últimos quince años, pero que quizás cubra los últimos cuarenta, con énfasis en el golpe de 2019.

Más allá de los hechos concretos y puntuales que se narran en la película, buscamos contar una historia universal. Una historia que puede ser la de muchos otros pueblos del mundo y en definitiva es la historia del poder que tiene el pueblo o la sociedad cuando se une. Cuando se trabaja en conjunto por una idea fuerte, por una idea que sintetice lo que muchos desean.

MR: Es interesante el proceso de descubrir que se tiene una película a partir de lo que se va viviendo y trabajando en otras tareas. ¿Eso es habitual o aquella situación por ser tan particular disparó la película?

SV: Creo que conviven dos situaciones. Una que es habitual, que es que en el documental, la película, la historia, se van construyendo a medida que se va recabando   la información, que se va rodando, que se va investigando. Hay algo del documental que es un proceso dinámico, vivo, que se consolida a media que avanza ese proceso.

Ahora, también hubo algo que estuvo signado por la urgencia, por lo intempestivo, algo poco habitual que es el golpe de Estado. Eso dispara la atención, las voluntades, la energía de muchísima gente de participar de alguna manera de ese proceso. De ser parte, de vivirlo, de contarlo, de aportar.

Es interesante que conviven las dos cosas, lo dinámico de realizar un documental y lo urgente, lo poco cotidiano como fue el golpe.

Gran parte del trabajo de maquetado de “Seremos Millones”, se realizó en el Valle de Paravachasca, durante la pandemia. La productora María Eugenia Ferrer, el editor Santiago Seminara y Diego Seppi, director de fotografía son vecinos de Villa La Bolsa y Cecilia Allen, asistente de rodaje, vive en Villa Los Aromos.

Santiago Vivacqua y el resto del equipo, ya tenían un profundo vínculo con el arte audiovisual. Los últimos trabajos en los que habían participado eran los documentales “El Camino de Santiago” y “Tierra Arrasada” del director Tristán Bauer. A partir de los acontecimientos en Bolivía, ese equipo se volvió a congregar para llevar adelante este nuevo proyecto.

MR: Además del trabajo estético y técnico, propio del lenguaje del cine, en este documental hay algo íntimamente relacionado a la militancia y a un compromiso ideológico, ¿Es así, cuanto influyó eso en la realización del documental?

SV: Si, nosotros llevamos adelante un proceso en el que lo que primó fue las ganas de aportar una mirada o una herramienta al momento que se vivía en Bolivia.

La recuperación de la democracia en tan solo un año, después de un sangriento golpe de Estado, es un evento que no se suele repetir en la historia. Y nos parecía que esto se conozca, y en las condiciones que sucedió, con las dificultades que se atravesaron y en tan solo un año era algo extraordinario.

También nos parecía que el proceso político boliviano en general, que quizás sea conocido, pero no en todas sus dimensiones, y que ente momento en américa latina esta película podía ser una herramienta para pensarnos como continente.

De lo que hemos vivido en los últimos treinta años, Las cosas que pudimos hacer, las posibilidades que tenemos y los desafíos que nos plantea el momento actual.

En este momento, en especial con el triunfo de Lula este fin de semana, la película toma todo el tiempo otras dimensiones. Realmente creemos que puede ser una herramienta para pensar las luchas que dimos y las que se pueden dar.

MR: ¿Qué anécdota podes contarnos que describa cómo fue el rodaje?

SV: Por un lado durante la caravana hubo varios momentos increíbles, de una intensidad difícil de reproducir. Pero el momento exacto en que Evo cruza el puente entre La Quiaca y Villazón, la potencia del abrazo de la gente, sensorialmente es muy difícil contarlo con palabras.

Los sonidos, la música, el apretujamiento. Haber recorrido junto a Evo el tramo de la avenida principal de Villazón, saludando a uno por uno, son cosas que son muy difíciles que te puedan volver a pasar en la vida con tanta intensidad.

Y ya más metidos en el rodaje de la parte de investigación y en la búsqueda de los detalles que iban dando fuerza a la narración que íbamos contando. Por un lado hay un tramo que entrevistamos a Evo en su casa natal, en el altiplano, en la zona de Orinoca.

Y después en el recorrido que hacemos en la zona cocalera, en el trópico de Cochabamba, vistando cada uno de los lugares que fueron claves en el tramo final antes de la salida de Evo al exilio.

El recorrido que hace junto a los pobladores, los dirigentes sindicales, efectivamente salvándole la vida. Entonces encontrarnos con cada una de esas personas que tuvieron roles fundamentales en pequeñas cosas, esos detalles contados en primera persona contados en el lugar de los hechos, han sido experiencias maravillosas.

MR: ¿Qué significa para Ustedes estrenar la película en un festival internacional como el de Mar del Plata?

SV: Estrenarla allí es una de las tantas cosas que este proceso nos ha ido trayendo, que quizás nunca imaginamos. Es un festival de muchísimo prestigio, un festival clase A, que tiene una amplia difusión y proyección internacional.

Para el estreno vamos a contar con la presencia de Evo Morales y está invitado León Gieco quien junto a Gustavo Santaolalla hicieron la música de la película.

Y ahí quiero detenerme un poquito porque la música con la cuenta la película es algo también extraordinario. Por un lado tenemos un hermosísimo tema que han compuesto conjuntamente León Gieco, Gustavo Santaolalla y Miss Bolivia.

Una canción de una gran potencia, que a mi me encanta, pero que además tiene letra de Evo Morales. Cuando León vio el primer borrador del documental, quiso hacer una canción original y preguntó si había algún texto que haya escrito Evo y aparecieron estos poemas. Sobre esos textos originales es que León termina dándole forma a la canción.

Pero también la película, en todo su desarrollo tiene otras canciones de León Gieco y música instrumental de Gustavo Santaolalla. La verdad que eso para nosotros es una cosa impresionante. Artistas de esta talla hacen que los ambientes sonoros de la película también sean extraordinarios. Es por eso que no podemos estar más felices.

Luego de esta presentación la película tendrá un recorrido por las salas, ya está seleccionada para el Festival Internacional de La Habana y todo el calendario de festivales del año próximo.

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