M. Giosa y el legado afro en Alta Gracia: «Construyeron todo este patrimonio que visitamos, caminamos y habitamos diariamente»

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Cada 8 de noviembre se conmemora el Día de la Cultura Afro y los Afroargentinos. En ese marco, en #TTT “Tarde para Tirar la Toalla” entrevistaron a Mariano Giosa, integrante del Área de Educación del Museo de la Estancia Jesuítica para conversar sobre los cambios de miradas que esta institución viene atravesando respecto al modo en que se cuenta el legado afro en nuestra región.

Giosa celebra que en los últimos años se viene dando un proceso de revisionismo histórico respecto de los “sectores excluidos o subordinados de la historia”, tanto en los museos como en los ámbitos educativos y de investigación.

En particular, repasa que el Museo de la Estancia Jesuítica nació en plena dictadura en 1977, con un “discurso muy conservador, excluyente, apologético y romántico” y que con los cambios de gestiones, esas miradas han ido cambiando de la mano de las nuevas miradas en la Historiografía y la Antropología, con la irrupción de nuevos paradigmas que interpelan la mirada tradicional de los museos. En particular, el tema “afro” es central en la mirada actual del Museo, ya que durante años su protagonismo fue dejado de lado.

Son quienes construyeron todo este patrimonio que visitamos, caminamos y habitamos diariamente. Esto fue hecho por ellos, están ahí. Pasa que hay una memoria que tiene que ser activada. Que tiene que ver con voluntad política y con gestiones que dicen que hay que activar esto porque es un deber, porque hay una ausencia en el relato que duró mucho tiempo. Así se empezó a trabajar en investigaciones y aparecieron muchos datos, de la mano de Jeannette de la Cerda, que fue la primera que escribió el libro de los negros esclavos de Alta Gracia”, recupera Giosa.

En esa búsqueda de las formas más justas de contar la historia, con todos los actores como protagonistas, recuerda que en los últimos años, desde el Museo se realizaron reuniones con comunidades de afrodescendientes para pensar las actividades y los enfoques: “Ellos decidieron representarse de una forma y no de otra. Estuvieron presentes narrando su cultura y su música. Estuvieron habitando y dando otros sentidos”.

“La comunidad empieza a ver al Museo de otra forma”, apunta y reconoce que “no todos están contentos”. Que “mucha gente viene a consumir cierto discurso, cierto mensaje y se encuentra con una memoria más plural, que incluye a otros actores y revisa el discurso conservador y lo dice”. Advierte que este rechazo tiene que ver con la manera en que se nos ha enseñado a representar a “los negros” en la historia. Actualmente, se ponen en debate esas formas: “el Derecho a no ser representado como se nos quiere mostrar”.

Defiende Giosa el proceso de revisión que está viviendo el Museo: “Éste es nuestro proceso, con nuestras contradicciones, creemos que éste es el camino para construir un museo más plural. Son cambios de paradigma que se fueron incorporando lentamente, a través de prácticas concretas. Y ha sido lindo. Hoy el museo tiene una política de género, con actividades sobre género. Los debates nos enriquecen”. Reconoce que apuntar a un “museo inclusivo es muy difícil” y que “hay que ir de a poco”. Pero llama la atención de que “hay gente mayor que siempre vivió acá y nunca entró al Museo” y que en ese marco, se debe trabajar “con y desde la comunidad”.

RADIO TORTUGA (RT): ¿Qué desafíos tienen a futuro?

MARIANO GIOSA (MG): Ha habido tres cambios grandes, que tienen que ver con la ruta a transitar. Uno ha sido la revisión crítica del discurso y de la institución, que es la que construye el relato. El segundo cambio es educativo. Y el último cambio que se viene es la dificultad de llevar estos cambios a la materialidad del Museo, a las salas. Hay un proceso de renovación museográfica que empezó, convocando a muchas comunidades de Alta Gracia: de artistas, de afrodescendientes, de personas mayores, de personas con discapacidades, colectivos de géneros, para que visiten el museo, para que lo piensen, para que lo critiquen. Que nos digan qué es lo que nos falta desde sus perspectivas y necesidades. Ahí se incluyó a la comunidad afro y evidentemente sabemos que la comunidad afro no está todavía plasmada en el Museo. Se viene la renovación museográfica, cambiando el discurso historicista, fáctico, cerrado, unidireccional, vertical, que no da lugar a la participación y otras miradas. El proceso de renovación apunta a apelar a la poética, a la sensibilidad y generar espacios de participación, que la gente pueda expresar su acuerdo y disenso. Es lo que le va a dar al museo le va a dar validez y legitimidad en el futuro.

Se puede escuchar la entrevista completa en este link de audio:

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