Este jueves 14 de marzo, al mediodía, unas 200 trabajadoras y trabajadores cooperativistas de la provincia se manifestaron frente a la Casa de Gobierno para que el gobierno de Martín Llaryora cumpla con su promesa y de manera urgente implemente un plan de acompañamiento que ayude a hacer frente a la crisis que impacta sobre el sector.
Participaron integrantes de cooperativas de trabajo que integran la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (FECOOTRA), la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios (CMCC) y las Cooperativas de Trabajo Federadas (CTF); y desarrollan sus actividades en diversas ramas productivas: comunicación, cultura, servicios profesionales, construcción, textil, reciclado urbano, educación ambiental, alimentación, gastronómico, entre otros.
Demandas urgentes
El anuncio de la medida de fuerza provocó que el flamante ministro de Cooperativas y Mutuales, Martín Gill, convoque un día antes a una reunión para acercar las partes, aduciendo que «no sabía» que la situación de las cooperativas era tan urgente.
Las cooperativas de trabajo tienen una lista de demandas básicas para el Gobierno de la Provincia: «Habilitación de fondos para proyectos cooperativos: aprobación de proyectos provenientes de fondos cooperativos como el Fondo para la Educación y Promoción Cooperativa; créditos a tasa subsidiada»; «Prioridad en la participación de obra, compra y pauta pública: no se cumple con el requerimiento normativo de que el 5% de las compras y contrataciones del Estado provincial deben realizarse a cooperativas de la economía popular»; «Tarifas especiales para servicios de luz, agua, gas, transporte y salud: implementación de tarifas sociales, exención de cargas tributarias o reducción de importes en servicios como luz, agua, transporte y/o cobertura médica»; «Exención del pago de ingresos brutos: los trabajadores/as asociados/as ya aportamos como monotributistas, entre otros impuestos»; «Complemento de ingresos para trabajadores cooperativos: asignación de líneas de promoción laboral que permitan ampliar nuestras capacidades productivas y aumentar la cantidad de personas asociadas»; y «Alquileres solidarios o convenio de uso de espacios estatales: habilitación o convenios de uso compartido de espacios físicos de propiedad estatal».
Gill se comprometió a abrir un espacio de diálogo y construir una planificación conjunta. Sin embargo, sobre los requisitos planteados por las cooperativas, apenas si hubo novedades sobre el primero de ellos (fondos cooperativos) y no hubo precisiones respecto al resto de los puntos.
La emergencia desde adentro
María Pilar Machado, de la Cooperativa Gestionar, de profesionales de Ciencias Económicas, y la CTF, expresó: «Nosotros no tenemos más tiempo (…) Les pedimos que se ocupen de simplificar esta tarea para que sea más accesible. Nuestras cooperativas siempre intentan cumplir al pie de la letra con todas las obligaciones y exigencias legales que se nos piden. Ponemos muchos de nuestros recursos para que eso se logre. Necesitamos respuestas».
Por su parte, Maximiliano Maita, de unidades productivas del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), destacó: «Las cooperativas de trabajo estamos en emergencia. Una enorme cantidad de establecimientos productivos están al borde de tener que cerrar sus puertas. Porque no podemos pagar la luz, el gas, ni sostener las alternativas de trabajo que nos hemos inventado para tener una salario».
A su turno, la arquitecta Paula Méndez, integrante de cooperativa Montón y miembro de FECOOTRA, remarcó que la situación es de emergencia: «Laburamos todos los días y no podemos sostener lo mínimo necesario para vivir y seguir trabajando. Los tiempos del Estado son diferentes a los nuestros. Mientras nosotros cumplimos con todos los requerimientos, presentamos los balances, pagamos los impuestos, el Estado nos pide tiempo porque aún se están acomodando. Entendemos que existan tiempos burocráticos, pero nuestra vida no entiende de esos tiempos».
Finalmente, de parte de la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios (CMCC), habló Laura Carizzoni, vicepresidenta de FARCO: «Cuando se creó este ministerio, muchas de nosotras lo celebramos. Sin embargo, desde un principio, lo orientaron hacia otro lugar: hacia las cooperativas grandes, de servicios públicos, agroexportadoras, entre otras. Y está muy bien, pero se están olvidando de las cooperativas de trabajo. Y somos justamente las cooperativas las que estamos pasando la situación más difícil. Ahora el Ministerio se enteró que tiene que prestarnos atención: existimos y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance por sostener nuestros espacios».
Fuente: Ezequiel Luque (La tinta)
Foto: FOL