Por Mateo Ortiz (*). Madre de Plaza de Mayo de línea fundadora, Almeida valora la fuerza de la juventud en estos momentos, reconoce el efecto de la marcha universitaria y recuerda la última poesía que dejó escrita su hijo, Alejandro, antes de ser desaparecido en 1975: “La fuerza la vas a encontrar en el trabajador, en mis compañeros”.
“Estas entrevistas hacen memoria, tan importante en estos momentos”, inicia la charla Lidia Stella Mercedes Miy Uranga, nombre civil de Taty Almeida, una de las grandes activistas nacionales de la lucha por los derechos humanos, además de ser parte de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo.
A sus 93 años y con la reciente presentación de un documental sobre su vida (“también es sobre la vida de todas las madres”, aclara) y la historia de Alejandro Martín Almeida, su hijo desaparecido el 17 de junio 1975, se dispone a charlar telefónicamente con Papel Tortuga.
Al referirse al golpe, Taty hace énfasis en la pata clerical: “Yo soy católica, pero al que le quede el saco que se lo ponga”, afirma. También reconoce la labor de Néstor Kirchner por hacer de los Derechos Humanos una política de Estado completo y reivindica el juicio a las juntas de Raúl Alfonsín, indicando que se pierde su valía por las medidas tomadas por su sucesor, a quien no menciona “por razones obvias”.
Siendo docente jubilada, ironiza diciendo que “cayó en la escuela pública” y afirma: “Nunca pensé que después de tantos años iba a seguir haciendo docencia, docencia por la vida, pero desgraciadamente con un pañuelo blanco en la cabeza”. En cuanto a la actualidad, para Almeida en este momento “no existe el Estado” y considera que lo que hace Javier Milei “es ejercer la presidencia por Twitter ¿Por qué no se va a los barrios a ver el hambre que hay ahí?”.
(*) LEÉ LA NOTA COMPLETA EN LA EDICIÓN 209 DE MAYO DEL PAPEL TORTUGA.
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